sábado, 12 de junio de 2010

Teléfono recompuesto

Llamé pero no estabas. Las palabras se murieron sin nacer.
Llamé pero no estabas. Otra vez.
Llamé, en verdad.
Llamé.
Llamé. porque quería contarte por qué estoy tan bien, por qué estoy tan mal, por qué estoy.
Llamé, porque quería que supieras que estoy viviendo sin mirar a ningún costado.
Llamé, porque necesitaba escupir mi egoísmo, el mundo se muere y yo paso de largo.
Llamé, porque ya no no miro a los ojos, no convido monedas,en cambio,las pido, las invento para colectivos, pero no regalo ni un acto.
Llamé, porque alguna consciencia empezó a despertarme y mis pecados me arden en la piel.
Llamé, porque lo más horrendo, es la tibieza, ese sí pero no, ese no pero sí, ese so, ese ni.
Llamé, porque no quiero llegar al final y no haber hecho nada.
Llamé, pero no estabas. Las palabras se murieron sin nacer.
Llamé pero no estabas. Otra vez.
Llamé, en verdad.
LLamé.

Los enemigos de la harina

Estar loco, estar coco, estar.
Subir, bajar, girar.
Foquitos fluorescentes.
Loquitos dementes.
Generación degenerada.
Corte. Pum. Bla. Jpeg.
Adolescencia y crimental.
Pasala la bola. Creciste eso ya.
You are so sexy. Oh mamá.
Panchos horrendos. Coca en vasitos.
El juego del paquete.
Papel abre papel abre papel abre.
Sorpresa. Te ganaste un descampado.
Crimental. Pensarte. ¡Callate materia!
Mente abre papel nuevo cuento abre.
Frío. Fritó. Cerebro. ¡Zas!
Me patiné con una lechuga, perdoná.
Pero qué cosa de locos che. ¡Mala le-che!
Che fría. Agria. Se pasó del vencimiento.
Igual que vos.

Textura

Me esperaba como siempre ahí; quieta pero constante. Y fría, siempre fría, porque las cosas así no se viven en rojo. Era el azul de las cinco, y el cinco las veintricuatro horas. Los siete, las diez mil semanas. Un día que asoma y que cierra el telar. La punta de una tela mal cortada, un pliegue que sobra, el hilo de un tejido sin surfilar. El piso que grita, los restos de nada, ideas vendidas volcándome al raz. Entonces abogar ser A ser B ser Z. Y ella para siempre imperfecta, y para siempre fría, porque las cosas así no se viven en paz.