domingo, 8 de febrero de 2009

Entre círculos

Todo era un nube en su cabeza. Las horas giraban sobre sí y ella no tenía ni el más mínimo control sobre el asunto. En su corazón reinaba el gris, el frío, la duda. Estancada, negada y moralmente sucia. Existía mugre en su pasado que arrastraba cenizas sobre el presente, cenizas que vuelan, se meten en sus ojos, la invaden, perturban. Entonces los caudales se activan y cae el agua sobre la piel, infinitas cataratas de líquido agridulce, delgadas cortinas que no dejan ver. Y en el silencio el grito, el miedo, la horrible sensación de saberse atrapada entre sus paredes. La conciencia sobre el querer, el poder y el freno, aquel que pide y nunca llega.