sábado, 31 de mayo de 2008

domingo, 18 de mayo de 2008

La última dosis

Aferrado a la cama, esperaba aterrorizado, que ella llegara. Sabía lo que iba a pasar, él la había buscado, la había provocado, la deseaba. Sus labios temblaban, como queriendo explicar todos sus errores, intentando despedirse con una última frase gloriosa, que jamás llegaría, porque en ese punto era difícil hasta respirar. Yacía acostado, con sus manos agarrando las sábanas, forcejeando contra un enemigo invisible, que corría como veneno dentro de su cuerpo. El frasco vacío sobre la mesa de luz, un vaso de agua a medio terminar, una carta cuidadosamente doblada dentro de un libro, y la puerta cerrada. Esa era la escena del crimen. Un crimen cometido a sí mismo.
En el silencio de la noche, llegó ella. Cubriéndolo todo con su oscuro manto, la dama de negro se apoderó del hombre, y éste, en su último suspiro, comprendió que había llegado su hora de morir.

lunes, 5 de mayo de 2008


A mis ojos se los llevan las imágenes, y así encuentro esa forma de no estar más acá.
De vez en cuando pregunto sobre la inmensidad de lo infinito, y mi lugar en la espiral.