lunes, 15 de marzo de 2010

Cosas

Nuestros munditos de plastilina sobre la mesa, moldeables como tus ideas, aunque estas últimas no se te pegan en los dedos.
Un cenicero lleno de papeles que cortaste, en el piso. Gotas de cera los aplastan. No pude corregir de vos que te gusta jugar con fuego.
El vaso de agua que te pedí y no tomé, y el vidrio nervioso que no para de llorar, nos mira con ganas.
Algunos discos por todos lados, vos sos la música y la música sos vos.
Todos nuestros sueños y miedos en el aire, denso ya con la risa.
Y yo, que en algún lugar de la habitación vomité un montón de mariposas, pero me da vergüenza decírtelo.

Anticool

Perdón porque mi inútil existencia pase por ser la vidriera menos mirada de la cuadra. Prometo ya no comer cupcakes con ácido ni andar en patineta. También dejaré el paco y la pelota paleta. Sólo le pido a Papá Noel que no me traiga otro par de medias. Y le pido a la radio que me pase de tema, este ya me aburrió. Quisiera esta noche no incendiarme con un fósforo mental, y que vos dejes de ser tan de cartón, así de cuadrado y con la comprensión corta que no entendés que no me llaman para nada tus cálculos en hojas Rivadavia. Entretanto, este piso plastificado me quiere pegar un sticker. Lo pateo. Ya expliqué que no, no ando con etiquetas, no me gustan, así que dejá de correrme, volvé al piso. Ahí, muy bien. Y ante-siempre, en el grito, me entró una pelusa, me calló la boca y me cayó la ficha. Auto-boicot. Lo dijo Mariana, Marina o Mariela. Indistinto. Instinto. Mariana, Marina o Mariela tiene un nombre que apenas registro. Yo voy, hablo, pago. Planeo temas, jamás los toco. La misma rueda no. Una no rueda más bien, una casi no rueda, quién sabe ya, se deforma cíclicamente. Cosas nuevas, recientes, noviembre, diciembre, febrero. Alguien. Un vos. Una voz. Un te veo ayer, te veo mañana. Un Vos. Un Me acordé de, de. Un par de miedos, van cambiando.Un par de cambios, voy creciendo. Eso creo. Creo. ¿En qué creo? Yo lo sé, no lo aclaro. No hago bandera de demasiadas cosas. Sé que a veces estoy en cualquiera. Pero vos también. Y no sé, ¿no están todos en cualquiera hoy en día? Oh mama, los vómitos cerebrales en notas que no lee ni el editor de facebook. Oh mama, perdón porque mi inútil existencia pase por ser la vidriera menos mirada de la cuadra. Oh mama, I wanna go surfing. Me ganó ese grafito que me olvidé en el cajón.

Mensajes al aire.

Tu silencio es un bicho que me pica y se llama paranoia. Tu silencio vale más que los anteriores, porque me importa. Te llamás al silencio y yo que no entiendo, no voy a mentir. Me mata, un poco, y escucho un crac en el umbral de las doce. Porque vos no te das una idea lo distinto; no soy de las que piensan: bueno capaz que, o es probable que, o mañana tal vez. Para mí es fatídico: es un chau, sin ruido, sin nada. Me lo dice tu silencio. Me lo dice el jugo que me sube desde el estómago. Es el ácido. Son las paredes de mi esofago prendido fuego. Pero vos no me debes nada. Esa es la peor parte. No soy nada, y vos tampoco. Fuimos palabras una vez, nombres, apodos e invenciones. Pero nada hoy. Odio esto. No me planteo un qué cosas son reales. Están ahí, y las palpo. Son. Y punto. Me duele, y se siente estúpido. Ahora,genial. Empañé el vidrio de mis anteojos.