miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ayer

Mentía porque me divertía, y además era barato.
Mentía porque me reía, y además pensaba en nada.
Mentía porque podía, y nadie desconfiaba de mi palabra.
Mentía porque elegía hacerlo, y nadie me frenaba.
Mentía porque me dolía demasiado estar despierta.
Mentía porque era más fácil que intentar algo distinto.
Mentía porque necesitaba que no hicieran preguntas.
Mentía porque la oscuridad me había ganado.
Mentía porque no tenía energías para arreglarlo.
Mentía porque quería y porque me odiaba ese lado.
Mentía porque te decía que ya lo había olvidado. Y ayer te mentí, de nuevo, cuando dije que JAMÁS volvería a eso.