martes, 1 de abril de 2008

Esta vez no habrá otra vez


Otra vez vos. Traté de evitarte y me alejé miles de veces sólo para encontrarme de nuevo en tu vida. Nunca supe cómo lo hacías. Hasta llegué a preguntarme si no te servías de algún poder o habilidad especial, si no recurrías a alguno de esos patéticos doctores del amor que prometen 'unión en menos de dos horas'. Durante un tiempo me desvelé buscando tu truco, y al final desistí, admitiendo que era una empresa imposible. Aún si descubría el secreto de tus embrujos, no lograría romperlos, ni despegarme del amor posesivo y cruel que habías trazado para nuestra existencia como par. Porque sea cual fuera tu técnica, era eficiente. Tal vez demasiado. Casi contra mi voluntad volví una y otra vez a tus brazos, a la calle de siempre, a las mismas discusiones, a los mismos labios, a la misma desesperación de saberme atada a vos. Ya no recuerdo en qué punto lo que se suponía que tenía que ser liberador se volvió opresivo. Pero marcar en el tiempo el punto de inflexión no tiene sentido alguno, no cambiará nada de lo que hoy respiro como realidad. Las idas, las vueltas, las palabras, los gestos y los predecibles pasos convirtieron nuestra relación en una historia de monotonía y melodrama. Con vos no hay pasos hacia adelante, ni frenos que terminen con todo, sos el eterno paso hacia el costado, la inercia con su cómodo cuerpo sentado en una roca al borde del camino, el que me retiene de seguir andando. Decidí por ello empezar un tratamiento de rehabilitación, para precindir del efecto narcótico de tu presencia, y recordarme a mí misma antes de todo. No lo sabés, no lo sospechás, y menos vas a imaginarlo, pero anoche el adiós fue definitivo. Esta vez el verbo 'volver' no va a tener cabida en esta historia, porque ayer sí me tomé el tiempo necesario para despedirme de tus brazos, de la calle de siempre, de las mismas discusiones, los mismos labios, y esa ahora antigua desesperación de saberme atada a vos. No me busques, no vas a encontrarme, voy a estar demasiado ocupada buscandome a mí misma. Era alguien antes de vos, y me dispongo a averiguar quién y cómo era esa persona.

'Poder decir adios es crecer'.

2 comentarios:

Blogger Marchante ha dicho...

en fin...
sin palabras, he estado ahí

3 de abril de 2008, 17:20  
Blogger Nadie ha dicho...

También estuve ahí, y no hace tanto.

Solo hace falta coraje y decisión para subir otro escalón. A veces te da vértigo y tenés ganas de volver al escalón más bajo, pero no. Arriba está la respuesta.

13 de abril de 2008, 5:04  

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